El cuidado de un ser querido pone a prueba incluso a las personas más resilientes. Si se está a cargo del cuidado de una persona, se debe tomar medidas para preservar la propia salud e integridad física y emocional: son conceptos a tener en cuenta a propósito del Día Internacional de las Personas Cuidadoras, evento necesario para concientizar. A medida que la población envejece, cada vez son más las personas que, sin ser profesionales de la salud, proporcionan cuidados. Aproximadamente 1 de cada 3 adultos brinda cuidado a otro adulto como cuidador informal. Un cuidador es una persona que brinda ayuda a otra que lo necesita, como a un cónyuge o pareja enfermo, un niño con capacidades diferentes o un pariente anciano. Sin embargo, los familiares que están cuidando activamente a un anciano a menudo no se identifican a sí mismos como cuidadores. Reconocer esta función puede ayudar a los cuidadores a recibir el apoyo que necesitan. La Clínica Mayo advierteCuidar de personas enfermas puede tener muchas recompensas. Para la mayoría de los cuidadores, estar presente cuando un ser querido te necesita es un valor fundamental y algo que querés dar (o lo necesitás) Sin embargo, es casi seguro que ocurrirá un cambio de roles y emociones. Es natural sentirse enojado, frustrado, exhausto, solo o triste. El estrés del cuidador (el estrés emocional y físico que conlleva el cuidado) es común. Los cuidadores que sienten estrés pueden ser vulnerables a cambios en su propia salud. Los factores de riesgo del estrés del cuidador incluyen: - Ser mujer
- Tener menos años de educación formal
- Vivir con la persona a l a que se cuida
- Llevar a cabo aislamiento social
- Padecer depresión
- Tener dificultades financieras
- Dedicar una gran cantidad de horas al cuidado
- No tener la capacidad suficiente de afrontar una situación difícil y tener dificultad para resolver problemas
- No tener elección respecto a ser cuidador
Signos de estrés del cuidador: - Sentirse abrumado o preocupado constantemente
- Sentirse cansado con frecuencia
- Dormir mucho o no dormir lo suficiente
- Presentar un aumento o una pérdida de peso
- Irritarse o enojarse fácilmente
- Perder el interés en actividades que solías disfrutar
- Sentirse triste
- Sufrir con frecuencia dolores de cabeza, dolor corporal u otros problemas físicos
- Consumir alcohol o drogas ilícitas en exceso, incluidos medicamentos recetados
Estrategias para paliar el estrés del cuidador: < ol>- Aceptá ayuda. Prepará una lista de lo que pueden hacer otros para ayudarte y dejá que la otra persona elija qué hacer.
- Concentrate en lo que puedas proporcionar. Es normal que a veces sientas culpa, pero debes entender que nadie es el cuidador "perfecto".
- Confiá en que estás haciendo lo mejor que podés y tomando las mejores decisiones a tu alcance.
- Fíjate objetivos realistas. Comienza a decir que no a pedidos desgastantes.
- Conectáte. Busca recursos de cuidado en tu comunidad.
- Buscá apoyo social. Haz es el esfuerzo de mantener la conexión con familiares y amigos que te brinden apoyo emocional sin juzgarte. Destiná algo de tiempo cada semana para conectar, aunque sea solo caminar con un amigo.
- Proponete metas de salud personal.
- Visita al médico
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