3 de julio de 2019

Los adultos mayores y el control periodico

Los adultos mayores y el control periódico

Por las Dras. Laura Brescacin y Claudia Alonzo, Sección Medicina Geriátrica, Servicio de Clínica Médica.

 Nota perteneciente a la revista Aprender Salud del Hospital Italiano de Bs.As.

En esta etapa de la vida, algunas consideraciones y  temas generales para tener en cuenta a la hora de la consulta >y poder trabajar mejor en equipo con su familia y el médico.
Mientras la prevención es importante a cualquier edad, pasados los ochenta la complejidad de las personas es mayor y se hace necesario un manejo individualizado, donde las recomendaciones “generales” se adaptarán a las características de cada persona, a través del sostenido trabajo en equipo con su médico de cabecera y la participación de la familia.
Sin embargo, es importante conocer las recomendaciones generales, participar activamente de las decisiones que se tomarán y no sentir inhibiciones para consultar acerca de temas frecuentes en esta edad, como problemas de memoria, de estado de ánimo o incontinencia de orina.
 Algunas situaciones frecuentes en la consulta

“¿Es realmente necesario, a mi edad, hacerme estudios?”
 La edad en sí misma no es un motivo para hacer o dejar de hacer, para abandonar ciertas prácticas o continuarlas. Hay muchas situaciones en las que tiene sentido y lógica mantener las prácticas preventivas que se venían realizando, pero hay otras recomendaciones que dejan de ser útiles, ya que la probabilidad de desarrollo de algunas enfermedades declina muchísimo a esta edad.
“Usted me dijo que no es necesario, pero de todas formas me gustaría hacerlo.” No es recomendable “forzar” las indicaciones: el médico le explicará los motivos por los cuales ya no es necesario que se realice algún estudio en particular. La consulta es el lugar para despejar estas dudas.
“A mi marido le pidieron un estudio de las arterias…¿No conviene que me haga uno yo?” La prevención individualizada quiere decir que las recomendaciones no son universales. Algunos estudios se realizan para detectar enfermedades que no han dado síntomas aún en personas con mucho riesgo de padecerlas, pero no es necesario buscarlas en toda la población. Muchas veces, un hallazgo en una persona con bajo riesgo de salud hace que sea sometido a más estudios o intervenciones que no le brindan ningún beneficio, por el contrario, pueden agregarle problemas o complicaciones.
“¿Por qué no me vuelven a controlar pronto?” Los controles de rutina, si bien deben ser periódicos, no deben realizarse con más frecuencia que la recomendada por el médico. Por ejemplo, no hace falta hacer un control de colesterol cinco veces al año. En pocas palabras, no es necesario venir todos los meses para un chequeo.
Las recomendaciones que no debemos olvidar:

  • Las vacunas (corresponden la antitetánica cada 10 años, la antigripal anual y del neumococo una vez después de los 65 años).

  • Charlar sobre el tabaquismo y el consumo de alcohol.

  • Las personas mayores tienen más riesgo de sufrir alteraciones de la funcionalidad, que es la capacidad de vivir independientemente, de tener trastornos del ánimo (depresión o ansiedad) o problemas de  memoria. Es por ello que se recomienda charlar o actualizar estos temas durante la consulta.

  • Hablar acerca de trastornos de la marcha y las caídas. Aunque estas no hayan tenido consecuencias graves, se podrán comenzar a instaurar medidas de seguridad para evitar que se repitan.

  • No olvidarse de evaluar periódicamente la visión y consultar ante problemas de audición.
Detección de cáncer….¿para todos y en todas las edades?
La respuesta es no, ya que, como en todos los casos, debe ser individualizada. Pero además porque no en todas las situaciones la detección precoz es posible o modifica el pronóstico. Algunos ejemplos:
No se recomienda “buscar” cáncer de ovario, páncreas o de pulmón, ni siquiera en fumadores.
Algunas recomendaciones cambian con la edad: por ejemplo, el papanicolau, la mamografía o la endoscopía, no están indicadas indefinidamente. Su médico le indicará cuándo ya no es necesario realizarlos.
Es importante hablar de la medicación. Por lo menos una vez al año, repasar todos los medicamentos que toma y corroborar si no hay interacciones entre estos. Recuerde llevar a la consulta una lista completa de todos los medicamentos que recibe y sus dosis.
La “red social”, algo invisible en la consulta
El entorno familiar y social de cada persona es un tema a tratar con el médico, ya que es importante planificar de antemano a quién recurrir en caso de una necesidad de asistencia (los datos de un familiar cercano, por ejemplo).


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