7 de diciembre de 2015

Universidad Maimonides TALLER DE ANTROPOLOGIA DE LA EPOCA BIBLICA

Taller< Antropología de la época bíblica:

Cuando un docente logra despertar el interés de un alumno es un mérito. Es más meritorio aún, cuando logra que sus semillas germinen en un suelo degradado por el paso del tiempo, como lo es, en mi caso particular.

El taller, “Antropología de la época bíblica” desarrollado por la Mg. Sofía Aptekman fue muy enriquecedor, me ayudó a incorporar a mi capital, un activo muy preciado: el conocimiento, me abrió las puertas de un mundo desconocido que en su intimidad tenía muchos vericuetos y contradicciones que se fueron aclarando en la medida que  iba avanzando en su recorrido.

La  utilización bibliográfica del libro “La biblia desenterrada” de los autores  Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman fue de lo más original y novedosa ya que las conclusiones de los mismos responden a investigaciones arqueológicas cuyos resultados están avalados científicamente, diría que le dieron voz a las ruinas para que emergieran y nos contaran las historias que tenían guardadas por años. Cada piedra, cada utensillo eran testimonio de la existencia de un pueblo y de una cultura que estaban ahí, a la espera de ser descubiertas,  y les dieran el valor que tuvieron en su momento histórico.

 La propuesta de los autores no reviste las características de una empresa destructiva de las creencias bíblicas, sino que por el contrario, reconocen  su prestigioso lugar como modeladora de la cultura occidental, una compilación magistral de escritos sagrados dotados de un genio literario sin parangón, un relato épico entretejido a partir de un conjunto asombrosamente rico de escritos históricos, memorias y leyendas..

 La Biblia desenterrada ha generado mucha controversia entre distintos sectores  judaicos, sin embargo, ha servido y servirá como testimonio elocuente, desde el punto de vista histórico , que nunca, los judíos abandonaron las tierras de Israel y Judea siempre las habitaron, y por ese motivo reivindican su pertenencia.

 Muchos pueblos a lo largo de la historia han escrito relatos y libros sagrados, pero salvo algunos historiadores pocas personas los han leído o siquiera los conocen.

¿Por qué la Torá, las escrituras judías de los sacerdotes yavistas, se han conservado durante milenios manteniendo un poder tan grande para transmitir una ideología religiosa?

El secreto de la Torá es que ha quedado su testimonio y que es un relato muy diferente al de los demás mitos religiosos. Mientras la mayor parte de los escritos religiosos de diversos pueblos de la Tierra narran las hazañas de dioses, reyes y héroes, la Torá narra las historias de las personas. Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham y tantos otros personajes cuyas historias se narran en la Biblia, no son dioses ni ángeles ni seres míticos, sino personas normales que se encuentran en situaciones extraordinarias y que reaccionan como humanos, con todas las debilidades y defectos de los humanos, y narran historias con las que todas las personas pueden identificarse en algún momento. Y si otras historias sagradas narran las aventuras de un héroe, la Biblia narra cientos de historias de muy diversos personajes extraídos de todas las capas sociales. ¡Siempre hay alguna historia, o varias, de las que cualquier persona puede extraer importantes enseñanzas y en las que se pueden encontrar grandes esperanzas!

El pueblo de Israel, durante casi dos mil años, ha estado diseminado por todas las naciones de la Tierra, sin tener un lugar al que llamar su hogar, pero ha sobrevivido aferrándose a unos textos escritos hace 2.500 años con fines religiosos y nacionalistas, fuertemente impregnados de intolerancia y misoginia, y donde la verdad histórica ha sido manipulada y falseada, que contienen historias de personas perseguidas pero que conservan la esperanza del cumplimiento de las promesas hechas por su dios al Pueblo Elegido.
Mario Partnoy


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