8 de diciembre de 2015

La felicidad se impone a pesar de la adversidad

LA FELICIDAD SE IMPONE A PESAR DE LA ADVERSIDAD\

Las personas enfermas no son menos felices que las sanas, según un estudio

La capacidad de adaptación de los seres humanos a las adversidades está a menudo subestimada. Un nuevo estudio realizado por la universidad norteamericana de Michigan pone de manifiesto que los humanos somos capaces de ser felices en situaciones difíciles gracias a la adaptación de nuestras respuestas emocionales. Una indicación de cómo son muy importantes nuestras actitudes de adaptación emocional ante una adversidad severa.
Por Marta Morales.
Tendencias del Siglo XXI
27.02.2005

Las personas que padecen enfermedades severas no son menos felices que las sanas, señala un estudio reciente. Los pacientes que sufren dolencias incurables o crónicas son tan felices como las que no tienen problemas de salud, y no pasan la mayor parte del tiempo auto compadeciéndose.
Estos resultados, obtenidos por un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, van en la línea de otras investigaciones que sugieren que las personas enfermas se adaptan a su estado y manifiestan una actitud positiva y un espíritu de superación que las personas sanas no suelen presuponer, publica la propia universidad en una nota de prensa y también el Journal of Experimental Psychology: General.

Los investigadores realizaron su trabajo tomando los datos de 49 pares de personas, la mitad de ellas sometidas a tratamientos de diálisis y la otra mitad sanas. Ambos grupos dieron cuenta de su estado de humor a través de una PDA, un aparato que trasladaba esta información a los investigadores. Uno de los autores del estudio, Jason Riis, programó las PDA para que cada dos horas durante una semana entera avisara a los participantes de que debían registrar su estado de humor en esos momentos.
Buen humor en ambos grupos

Los pacientes enfermos frecuentaban un centro de hemodiálisis tres o más veces a la semana, llevando a cabo sesiones de varias horas cada vez. La hemodiálisis consiste en filtrar y purificar la sangre artificialmente, con la ayuda de una máquina, cuando los riñones fallan y no pueden realizar correctamente esta función.
Los datos recogidos en ambos casos revelan que ambos grupos de personas estaban de buen humor la mayor parte del tiempo. No había diferencia entre los 49 pacientes y los 49 participantes sanos en la media de la medición de sus estados de ánimo totales, que en conjunto tendió a ser positivo. No existía tampoco diferencia entre estados concretos tales como “estresado”, “contento”, “preocupado o ansioso”. Incluso las preguntas acerca del dolor, la tristeza o las satisfacción general no demostraron ninguna diferencia significativa.

El estudio se realizó con participantes sanos de edad, género, raza y educación similares a los de los enfermos. Entre todos ellos había 60 personas de raza blanca, 36 de raza negra y un hombre hispano.
Mejorar las condiciones


Peter Ubel, co-autor del estudio y profesor de medicina interna y de psicología de esta universidad, señala que este hecho constituye una indicación de cómo son muy importantes nuestras actitudes de adaptación emocional ante una adversidad severa. Las personas tendemos a minusvalorar nuestra propia capacidad de adaptación, pero parece ser que somos capaces de ser felices a pesar de las adversidades.

Todo esto no significa que no haya que intentar mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, o que no haya periodos de frustración o de dificultades, riesgos de depresión o consecuencias económicas o sociales. El estudio sugiere simplemente que, una vez que los individuos superan esos periodos, tienden a adaptar su respuesta emocional a su nueva vida.
Además de Ubel y Riis, este estudio ha sido realizado por Gorge Loewenstein, de la universidad de Carnegie Mellon, por Jonathan Baron and Christopher Jepson, de la universidad de Pennsylvania, y por Angela Fagerlin de la universidad de Michigan. Ubel y Fagerlin son miembros del Program for Improving Health Care Decisions de la Universidad de Michigan.

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Febrero 27, 2005

7 de diciembre de 2015

Universidad Maimonides TALLER DE ANTROPOLOGIA DE LA EPOCA BIBLICA

Taller< Antropología de la época bíblica:

Cuando un docente logra despertar el interés de un alumno es un mérito. Es más meritorio aún, cuando logra que sus semillas germinen en un suelo degradado por el paso del tiempo, como lo es, en mi caso particular.

El taller, “Antropología de la época bíblica” desarrollado por la Mg. Sofía Aptekman fue muy enriquecedor, me ayudó a incorporar a mi capital, un activo muy preciado: el conocimiento, me abrió las puertas de un mundo desconocido que en su intimidad tenía muchos vericuetos y contradicciones que se fueron aclarando en la medida que  iba avanzando en su recorrido.

La  utilización bibliográfica del libro “La biblia desenterrada” de los autores  Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman fue de lo más original y novedosa ya que las conclusiones de los mismos responden a investigaciones arqueológicas cuyos resultados están avalados científicamente, diría que le dieron voz a las ruinas para que emergieran y nos contaran las historias que tenían guardadas por años. Cada piedra, cada utensillo eran testimonio de la existencia de un pueblo y de una cultura que estaban ahí, a la espera de ser descubiertas,  y les dieran el valor que tuvieron en su momento histórico.

 La propuesta de los autores no reviste las características de una empresa destructiva de las creencias bíblicas, sino que por el contrario, reconocen  su prestigioso lugar como modeladora de la cultura occidental, una compilación magistral de escritos sagrados dotados de un genio literario sin parangón, un relato épico entretejido a partir de un conjunto asombrosamente rico de escritos históricos, memorias y leyendas..

 La Biblia desenterrada ha generado mucha controversia entre distintos sectores  judaicos, sin embargo, ha servido y servirá como testimonio elocuente, desde el punto de vista histórico , que nunca, los judíos abandonaron las tierras de Israel y Judea siempre las habitaron, y por ese motivo reivindican su pertenencia.

 Muchos pueblos a lo largo de la historia han escrito relatos y libros sagrados, pero salvo algunos historiadores pocas personas los han leído o siquiera los conocen.

¿Por qué la Torá, las escrituras judías de los sacerdotes yavistas, se han conservado durante milenios manteniendo un poder tan grande para transmitir una ideología religiosa?

El secreto de la Torá es que ha quedado su testimonio y que es un relato muy diferente al de los demás mitos religiosos. Mientras la mayor parte de los escritos religiosos de diversos pueblos de la Tierra narran las hazañas de dioses, reyes y héroes, la Torá narra las historias de las personas. Adán y Eva, Caín y Abel, Noé, Abraham y tantos otros personajes cuyas historias se narran en la Biblia, no son dioses ni ángeles ni seres míticos, sino personas normales que se encuentran en situaciones extraordinarias y que reaccionan como humanos, con todas las debilidades y defectos de los humanos, y narran historias con las que todas las personas pueden identificarse en algún momento. Y si otras historias sagradas narran las aventuras de un héroe, la Biblia narra cientos de historias de muy diversos personajes extraídos de todas las capas sociales. ¡Siempre hay alguna historia, o varias, de las que cualquier persona puede extraer importantes enseñanzas y en las que se pueden encontrar grandes esperanzas!

El pueblo de Israel, durante casi dos mil años, ha estado diseminado por todas las naciones de la Tierra, sin tener un lugar al que llamar su hogar, pero ha sobrevivido aferrándose a unos textos escritos hace 2.500 años con fines religiosos y nacionalistas, fuertemente impregnados de intolerancia y misoginia, y donde la verdad histórica ha sido manipulada y falseada, que contienen historias de personas perseguidas pero que conservan la esperanza del cumplimiento de las promesas hechas por su dios al Pueblo Elegido.
Mario Partnoy