15 de septiembre de 2019

Dia del hipertenso

Día del hipertenso: una enfermedad que afecta a más del 50% de los argentinos y la mitad no lo sabe

En el Día del Hipertenso, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial presentó cifras preocupantes de casi 100.000 personas atendidas en mayo último. Consejos y cuidados a tener en cuenta para evitar la alta presión arterial
La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) designó este 14 de septiembre (14/9) como el ‘Día del Hipertenso’ (Shutterstock)
La Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) designó este 14 de septiembre (14/9) como el ‘Día del Hipertenso’ (Shutterstock)
Existe una cifra límite que es 14/9 (140/90 mmHg), y representa cuando una persona presenta hipertensión arterial. En coincidencia con esa cifra, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) designó este 14 de septiembre (14/9) como el 'Día del Hipertenso'.
La iniciativa busca aprovechar la fecha de hoy para invitar a la población a conocer sus niveles de presión arterial y concurrir al médico para recibir tratamiento en caso de alcanzar o superar esos valores.
El anuncio fue realizado al momento de presentar los resultados de la 'Campaña Conocé y Controlá tu presión arterial 2019', una iniciativa de la SAHA que cuenta con el auspicio del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, y que forma parte de un campaña global denominada 'MMM 2019' (por 'Mayo Mes de la Medición' por su sigla en inglés), coordinada por la Sociedad Internacional de Hipertensión y la Liga Mundial contra la Hipertensión Arterial.
La fecha de hoy para invitar a la población a conocer sus niveles de presión arterial (Shutterstock)
Argentina fue en 2018 el país latinoamericano que más mediciones aportó, con casi 70 mil y el en todo el ranking mundial.
Durante el relevamiento, llevado a cabo en mayo de este año, en total 99.491 personas pasaron por los diferentes puntos de medición, distribuidos en lugares estratégicos de todo el territorio nacional. A todos se les midió la presión arterial en forma totalmente gratuita con tensiómetros digitales a cargo de enfermeras, estudiantes de medicina, farmacéuticos o personal médico especializado.
A pesar del total de registros, a los efectos del análisis general se contemplaron solo los de aquellos mayores de 18 años que recibieron dos mediciones completas y espaciadas. El total neto fue de 85.296 personas (edad promedio 61 años). Se consideraron hipertensos a quienes en el promedio de ambas mediciones tuvieron valores iguales o mayores a 140/90 mmHg.
En la Argentina, un estudio reveló que el 69% de los niños escolarizados nunca había controlado su presión arterial (Shutterstock)
Entre las principales conclusiones, se observó que más de 1 de cada 2 personas que se acercaron voluntariamente a conocer sus niveles de presión eran hipertensas (53%), pero, de ellas, el 26,8% ni siquiera lo sabía. Del 73,2% que sí conocía su condición, pese a que la gran mayoría estaba bajo tratamiento (97%), solo 1 de cada 2 (50%) tenía su presión bien controlada.
"Uno de los objetivos fundamentales de este relevamiento, que no pretende ser un estudio epidemiológico ni un registro poblacional, radica en concientizar a la población acerca de esta enfermedad tan prevalente. Estimular a las personas a conocer su nivel de presión y de paso acercarles recomendaciones y mensajes de prevención", sostuvo la doctora Irene Ennis, presidenta de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial.
"En esta edición, llama la atención que el promedio de edad de la población relevada fue alto (61 años) versus 52 años tanto en 2018 como en 2017. Sin embargo, aun en gente mayor, el nivel de desconocimiento de su hipertensión sigue siendo muy elevado (26,8%), lo mismo que la falta de control en aquellos bajo tratamiento. Esto último representa todo un mensaje y un verdadero desafío para la comunidad médica: no estamos detectando a todos los hipertensos, se nos está 'escapando' casi 1 de cada 3, y además no estamos siendo eficaces con el tratamiento", alertó Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial, vicepresidente de la SAHA y Coordinador de la Campaña 'Conoce y Controla tu Presión Arterial 2019' de la SAHA.
Según las estadísticas del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, en 2017 se produjeron en Argentina 90.222 muertes por enfermedades cardiovasculares, de las cuales más de un tercio (37,3%) pudo haberse evitado solamente teniendo la presión controlada en valores normales.
En resumen, la hipertensión arterial se cobra 92 fallecimientos por día en nuestro país y deja mucha gente con discapacidades importantes.
"Sin embargo, como es una enfermedad que no duele ni se ve, muchas veces es ignorada por la gente y, más aún, frecuentemente los médicos no toman la presión en la consulta médica. Dado la alta proporción de hipertensos que desconocen su condición, en cada contacto con el sistema de salud debería controlarse la presión arterial, en todas las especialidades e independientemente del motivo de la consulta", explicó el médico Martín Salazar, profesor titular de Clínica Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata, y secretario de la SAHA.
Y agregó: "Debemos tener en cuenta que, en nuestro país, las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte y la presión elevada es el principal factor de riesgo potencialmente modificable".
En 2017 se produjeron en Argentina 90.222 muertes por enfermedades cardiovasculares (Shutterstock)
Entre las medidas que podrían contribuir a una mayor detección y a un mejor control de la hipertensión arterial, desde la SAHA recomiendan las siguientes:
• Implementar campañas nacionales de prevención y concientización, destacando que la hipertensión es en sí misma una enfermedad que constituye la principal causa de muerte y discapacidad.
Educación a la comunidad médica para que haga tomas de presión en cada contacto que tenga con un paciente.
• En la misma línea, educación en la población para que las personas les pidan a sus médicos que les tomen la presión. Incluso que tengan un tensiómetro digital en sus domicilios y se realicen auto mediciones periódicamente, fundamentalmente en aquellos con diagnóstico de la afección.
• Sin abandonar las medidas higiénico-dietéticas, como comer con menos sal, bajar de peso y realizar ejercicio físico, que son importantísimas y deben recomendarse enfáticamente, entender también que la hipertensión es una enfermedad que la mayoría de las veces necesita complementar los estilos de vida más saludables con la indicación de 1, 2 y hasta 3 medicamentos para mantenerla bajo control.
• Conseguir que los medicamentos antihipertensivos estén al alcance económico de toda la población.
• Insistir en la importancia de la adherencia al tratamiento. Aunque es una dolencia que no se ve ni duele, la hipertensión es una enfermedad que potencialmente produce graves consecuencias para la salud.
"Aquellos países, como Canadá, que han logrado incrementar la detección y el tratamiento de la hipertensión, registraron una disminución significativa en la mortalidad cardiovascular y en los episodios de discapacidad", concluyó Marín.
La campaña de SAHA por la HTA (SAHA)
La campaña de SAHA por la HTA (SAHA)
Acerca de la Campaña Conoce y Controla tu Presión Arterial
La campaña consistió en la realización durante mayo de 2019 de controles voluntarios de presión arterial en personas de todas las provincias de la Argentina. Con la utilización de gazebos o pequeñas estructuras desmontables a la salida de hospitales o centros de salud y otros lugares estratégicos, se invitó a la población a que -en forma voluntaria y totalmente gratuita– se mida la presión arterial y reciba material informativo y consejos saludables. Este año hubo mediciones también en la red de farmacias de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).
Para la toma de la presión se utilizaron equipos digitales validados. Existen otros tipos de medidores, como los de mercurio, que desde hace años están prohibidos para su uso, y los tradicionales (aneroides), que deben ser calibrados periódicamente, situación que no suele ocurrir. Por este motivo, se utilizaron únicamente los digitales.
Cuadro infográfico de la hipertensión arterial (FIC)
Las mediciones fueron realizadas por personal capacitado, como enfermeras, técnicos, asistentes o médicos, para asegurar que se lleven adelante correctamente, los resultados se interpreten con precisión y se les brinden las mejores recomendaciones posibles a los participantes.
En total se realizaron 99.491 registros, pero a los efectos de análisis general se contemplaron solo los de aquellos mayores de 18 años que recibieron dos mediciones completas.
El total neto fue de 85.296 personas (edad promedio 61 años), de las cuales 40.033 resultaron normo tensas (47%) y 45.263 hipertensas (53%). De estas últimas, 12.128 no conocían su condición (26,8%) y 33.135 tenían diagnóstico (73,2%).
De las diagnosticadas, el 97% estaba bajo tratamiento (32.143), 16.092 con su hipertensión bien controlada (50%) y 16.051 (50%) sin controlar su enfermedad. El 3% restante (992 individuos), pese a saberse hipertenso ni siquiera estaba bajo tratamiento.
En total, el 64,42% de los hipertensos (29.171) o bien desconocía su condición de base, o conociéndola no se trataba, o pese a estar bajo tratamiento, no tenía bajo control su hipertensión.

13 de septiembre de 2019

Disfrutar el ahora

Disfrutar el ahora: ¿qué harías si supieras que hoy es el último día de tu vida?

El disfrute no proviene desde afuera, sino que es una habilidad que se puede aprender, desarrollar y mantener: es animarse a conquistar la actitud de no tener nada que perder y, por lo tanto, todo por ganar. Cómo lograrlo
Disfrutar es estar plenamente presente en el momento en que se hace algo
Vivimos una sola vida en este cuerpo y, con ella, muchas veces padecemos por esas asignaturas pendientes que todavía no nos atrevimos a concretar. Tal vez sea un viaje, un curso, un hobbie, una relación, una charla, una vocación…
La vida fue concebida para que podamos desplegar nuestros dones y buscar lo que nos inspira para estar plenos. Si así no lo estamos haciendo, es porque no comprendimos entonces para qué hemos venido a este mundo.
Existen muchos ejemplos de personas que se han enfrentado a catástrofes, a enfermedades o síntomas "terminales", y que esa noticia los impulsó a transformar la crisis en una oportunidad para replantearse la forma en que habían estado viviendo hasta ese momento. Estos procesos de resiliencia, generan cambios rotundos en el espacio que esas personas le otorgan al disfrute.
Incluso en los países donde se está reduciendo la carga horaria de trabajo, no se ve un incremento en el disfrute de las horas libres
En los últimos años los seres humanos desarrollamos tecnología de avanzada en comunicaciones, pero no aprendimos a conversar sobre lo que nos cuesta y lo que necesitamos. En el mundo de las organizaciones se habla mucho de la calidad, pero cada vez se trabajan más horas y de manera más estresante. Incluso en los países donde se está reduciendo la carga horaria de trabajo, no se ve un incremento en el disfrute de las horas libres. Crece la cantidad de lugares para desestresarse y de centros para relajarse, sin embargo se toman cada vez más ansiolíticos y antidepresivos, y nos es difícil quedarnos quietos y en silencio. ¿Por qué nos cuesta tanto disfrutar?
El aprendizaje
Podemos concluir, en consecuencia, que la capacidad para disfrutar en los distintos ámbitos de la vida no depende de la tecnología ni de los lugares donde estamos, sino de "un algo más". El disfrute no proviene desde afuera, sino que es una habilidad que se puede aprender, desarrollar y mantener: es animarse a conquistar la actitud de no tener nada que perder, y por lo tanto, todo por ganar.
Absolutamente todo lo que hacemos puede convertirse en un instrumento para el disfrute (Getty)
Por lo general, aquellas personas que han conquistado una profunda y honesta capacidad de disfrute en sus vidas, lo han resuelto como  consecuencia de haber pasado por situaciones de crisis importantes que, luego de haberlas vivido, las pudieron trascender. Es a partir de ese momento en que superamos el dolor y las pérdidas cuando aparece esa capacidad para disfrutar que se incorpora como una actitud de vida que, una vez que aparece, se queda aferrada a nuestra personalidad.
¿Por qué aprendemos sólo bajo presión?
Porque luego de esas experiencias determinantes, el alma (si pudo aprender y trascender) adquiere una nueva mirada. Si antes veía sólo árboles, después comienza a observar los bosques y los campos; y lo que antes eran problemas, se convierten en oportunidades para crecer y aprender. Esa es la mirada de quien sabe disfrutar sin culpas y elige vivir como si cada uno de sus días fuera el último, el más importante de su vida.
Por eso, necesitamos aprender a reverenciar y agradecer los hechos de la vida que nos causaron o nos siguen causando dolor, porque pueden convertirse en nuestros maestros y aliados para una mejor vida en el futuro, una en el que el goce no esté ligado a la culpa.
Disfrutar es estar plenamente presente en el momento en que hacés algo; es sentir la perfección entre quién sos, dónde estás, lo que estás haciendo y con quién estás. El disfrute es la esencia por la cual vinimos a este mundo, sólo que después nos olvidamos y creímos que el propósito principal era el esfuerzo. ¡Erradicá esos mandatos tóxicos! Es justamente en el disfrute donde nos reencontramos con nuestros dones, donde florecen fácilmente el amor y el placer, donde bajamos la guardia que levantamos -innecesariamente- por temor, y donde volvemos a privilegiar el sonreír, el juego y la simpleza.
Todos los días, en cada momento
El disfrute es la esencia por la cual vinimos a este mundo, sólo que después nos olvidamos y creímos que el propósito principal era el esfuerzo (Shutterstock)
Disfrutar no es solamente estar relajado en una isla tomando sol con un jugo en la mano. Absolutamente todo lo que hacemos puede convertirse en un instrumento para el disfrute: trabajar con enfermos terminales, cocinar para los seres queridos, estar diez horas por día frente a la computadora para concretar ese proyecto que soñamos, enseñar a leer y escribir a nuestros chicos, limpiar la casa, lavar el auto, viajar en subte, tren o colectivo la lista podría continuar indefinidamente, porque al disfrute no lo caracteriza la actividad en sí (por más que ayude), sino nuestra actitud ante ella, es decir, quién es la persona que realiza esa
actividad, sea de la índole que fuere.
Hay personas que se van de vacaciones, o que incluso las invitaron a pasar unos días en lugares de descanso paradisíacos, y aun así no logran desconectarse del día a día laboral, o de sus conversaciones internas, y terminan estando permanentemente de mal humor, incapaces de alegrarse por lo que están viviendo. Por el contrario, muchas otras personas tienen la habilidad de encontrar el disfrute simplemente al mirar por la ventana, o tomando un rico café.
¿Qué querés vos para tu vida?
Animate a explorar qué es el disfrute para vos y preguntate qué es lo que tu alma está necesitando hace tiempo, pero que todavía no te decidiste a escuchar. Dedicate al menos media ahora por día para estar en soledad y en silencio, para revisar cuáles son los ámbitos de tu vida donde el disfrute quedó desplazado y poder revertir esta situación. ¡Es tiempo de vivir con alegría, encontrar en nuestra vida mucho más de lo que esperamos y lograr que el disfrute sea un compañero habitual en nuestro desarrollo personal

9 de septiembre de 2019

Por que la corrupción está implicita en la esencia humana

Cómo funciona el "cerebro corrupto" y por qué la corrupción está implícita en la esencia humana

En esta serie de formatos audiovisuales exclusivos de Infobae, el neurólogo, neurocientífico y fundador de INECO Facundo Manes ​revisa una serie de temas actuales y cotidianos que atraviesan a los argentinos y a las sociedades del mundo en general. Manes hace su aporte desde las neurociencias, y también colabora de manera potente e incisiva a pensar en la Argentina del presente y la del futuro. Hoy: Cómo funciona el “cerebro corrupto” y por qué la corrupción está implícita en la esencia humana
Durante la mayor parte de la historia de nuestra especie, ha existido la corrupción como una norma social. Se han hecho diversos experimentos para mostrar cuándo las personas están mejor predispuestas a actuar en beneficio del bien común.
Un experimento muy conocido es el que se conoce como el "juego de los bienes públicos". ¿Cómo funciona? 10 personas en un grupo reciben 100 pesos cada uno y pueden decidir cuánto quieren poner secretamente en un pozo común que será duplicado por el administrador.
La corrupción no es exclusiva de la especie humana, también se han evidenciado conductas corruptas en chimpancés, abejas y hormigas.
Es decir, si hay diez jugadores y todos ponen 100, el total será 1.000, se duplicará (2.000) y cada uno recibirá 200. Sin embargo, si una persona no pone nada al pozo común y el resto pone sus 100, esta persona recibirá más dinero (sus 100 originales sumado a la repartición del doble de lo que puso el resto). Cuando se juega más de una ronda, los jugadores notan que no todos están poniendo lo que podrían poner y que algunos se están beneficiando a costa del resto (ya que la repartición final podría ser mayor). Por lo tanto, ellos mismos dejan de aportar la cifra pactada.
El resultado es que la actitud egoísta de pocos contagia a los que originalmente más cooperaban.
La corrupción no es exclusiva de la especie humana, también se han evidenciado conductas corruptas en chimpancés, abejas y hormigas. Entre los seres humanos, tampoco es exclusiva del poder político ni de los empresarios prebendarios sino también de la sociedad que a su medida, la ejerce o, al menos, tolera. Si bien ser corrupto es una decisión individual, en realidad no se trata solo de una conducta singular desviada. El entorno, el contexto, la sociedad, influyen en la corrupción individual.
Los argentinos tenemos índices de corrupción más altos que los países nórdicos. Y no es porque el cerebro nuestro sea diferente, sino que el contexto lo es. Un “buen contexto” reduce la corrupción.
El ser humano ha sido en toda su evolución un ser corrupto. El entorno, el contexto, la sociedad, influye en la corrupción individual. (iStock)
Todos los países tienen corrupción y seres humanos corruptos. La diferencia, en parte, radica en cuán tolerada es la corrupción en esa sociedad.
El informe Mente, Sociedad y Conducta elaborado por el Banco Mundial menciona que en países donde la corrupción es una norma aceptada y no hay castigo ni sanción social para esta conducta, se puede llegar al extremo de que parte de la sociedad no respete e incluso se burle del funcionario honesto. Y no es que el cerebro de esas personas sea diferente, sino que el contexto lo es.
Todas estas circunstancias arriba descriptas no son inevitables, ni los seres humanos somos así fatalmente. Pero sin castigo, ejemplos y sanción social la corrupción puede convertirse en norma establecida.