11 de marzo de 2019

Por qué se celebra el Dia Internacional de las Personas con Discapacidad

Por qué se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad

El 3 de diciembre se conmemora una fecha con un fin inclusivo y de difusión para evitar que las barreras culturales sigan dejando de lado a las personas que tienen algún tipo de discapacidad. En la Argentina 10 de cada 100 personas sufren algún tipo de limitación física o intelectual
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad
El 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad
El 3 de diciembre es el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha para velar por los derechos de los individuos del mundo que persiguen un mundo más inclusivo. En la Argentina 10 de cada 100 personas sufren algún tipo de limitación física o intelectual que dificulta sus actividades cotidianas y las ubica en situación de desigualdad respecto de aquellas que tienen sus capacidades conservadas.
En 1992, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el día 3 de diciembre Día Internacional de las Personas con Discapacidad para fomentar una mayor integración en la sociedad de las personas con discapacidades.
En el caso de Argentina, en octubre del año 2000 se declaró el 3 de diciembre Día Nacional de las Personas con Discapacidad (Ley 25346), a fin de promover conductas responsables y solidarias sobre los derechos de todas las personas con discapacidad.
El día se conmemora en pos de un mundo más inclusivo y con más posibilidades para los grupos vulnerables (Getty Images)
La discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación según lo define la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la Clasificación Internacional de Funcionalidad (CIF), los problemas del funcionamiento humano se agrupan en tres categorías vinculadas entre sí:
Deficiencias: son problemas en la función corporal o alteraciones en la estructura corporal, a menudo identificadas como síntomas o señales de condiciones de salud, por ejemplo, parálisis o ceguera.
-Limitaciones de la actividad: son dificultades para realizar actividades; por ejemplo, caminar o comer.
-Restricciones de participación: son problemas para participar en cualquier ámbito de la vida; por ejemplo, ser objeto de discriminación a la hora de conseguir empleo o transporte.
Las desventajas de este grupo de personas es tal que en todo el mundo tienen los peores resultados sanitarios, peores resultados académicos, una menor participación económica y unas tasas de pobreza más altas que las personas sin discapacidad. En parte,  es consecuencia de los obstáculos que entorpecen el acceso de las personas con discapacidad a derechos como la salud, la educación y el empleo, a servicios como el transporte, o la información.
El cambio social frente a la discapacidad es una materia pendiente (iStock)
Inclusión en todos sus aspectos
 El 13% de la población tiene alguna discapacidad; es decir, poco más de 5 millones de personas, según datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas del INDEC. Dentro de este grupo, sólo un cuarto se desempeña en algún puesto laboral. ¿Los motivos? En muchos casos, no buscan empleo por temor al rechazo, pero en otros, se debe a la falta de oportunidades.
Por ser una de las poblaciones vulnerables más numerosa, resulta imperiosa la necesidad de seguir avanzando en nuevas iniciativas que permitan visibilizar los números que arrojan las estadísticas, dijo una fuente desde el área de Diversidad e Inclusión Laboral del Servicio de Empleo AMIA, que este año logró cubrir 14 vacantes en distintas empresas privadas. "Con el tiempo va creciendo la cultura de la inclusión, las empresas van comprendiendo que integrar es potenciar", afirmó.
El 13% de la población en Argentina tiene algún tipo de discapacidad (iStock)
De todas formas, las empresas continúan reacias a este cambio, en su mayoría por falta de información, por no saber cómo adaptar físicamente la oficina, y por los estereotipos que aún marcan que una persona con discapacidad suele ser irresponsable, poco profesional y que no logrará cumplir con su tarea.
Según un informe de ADECCO Argentina (2017), sólo 4 de cada 10 empresas argentinas cuentan con programas de inclusión para personas con discapacidad.
Los datos más relevantes del informe del INDEC demostraron que:
-La  prevalencia de la población con dificultad, mayor de 6 años de edad, fue del 10.2% en un global del país, con un valor mínimo de 9% para la región patagónica y máximo para la región de Cuyo con un 11% de discapacitados.
-Respecto del sexo, las mujeres son ligeramente más afectadas que los hombres (51,5 % vs 48,5%). Donde se hallaron sustanciales diferencias es entre las distintas edades consideradas.
-Entre los 6 y los 39 años, un 5% presenta discapacidad, trepando al casi 47% de las personas en los mayores de 80 años.
-La dificultad motora es la causa más frecuente de minusvalía, seguida por las deficiencias de visión y audición.
La importancia del certificado de discapacidad
El certificado de discapacidad es muy importante para este grupo de personas ya que es el instrumento que habilita distintas herramientas.
El certificado de discapacidad es muy importante para este grupo de personas ya que es el instrumento que habilita distintas herramientas.
Para la divulgadora científica de Fundación Medihome y médica Gabriela Ferretti (MN.81.108), el certificado de discapacidad es un elemento primordial para esta población, ya que es el instrumento que habilita para obtener el pase libre de transporte, la cobertura integral de medicación y salud y para obtener las prestaciones de rehabilitación, prestaciones educativas, entre otras.
De acuerdo al último informe 3 de cada 10 personas con dificultad lo tienen vigente y 6 de cada 10 no lo tienen. El certificado de discapacidad vigente es usado principalmente para obtener el pase libre de transporte, la cobertura integral de medicación y salud y para obtener las prestaciones de rehabilitación, transporte, prestaciones educativas, entre otras. El 9,5% de la población con dificultad que tiene el certificado vigente no lo usa.
El cambio de mirada 
En diálogo con Infobae Alexia Rattazzi psiquiatra infanto-juvenil y miembro fundador de PANAACEA dijo que el cambio de mirada social es posible: "Mientras haya una intención de transformar la realidad se van a eliminar así las barreras que existen, los mitos y el desconocimiento. Es progresivo pero de a poco todo se puede".

Cuales son las barreras para obtener el Certificado de Discapacidad

Cuáles son las barreras para obtener el certificado de discapacidad

A pesar de los beneficios que brinda, el Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad mostró que sólo el 33,4% de las personas lo tiene. Cuáles son las razones
Hay 1 de cada 4 hogares que tienen un integrante con alguna dificultad (Istock)
Por Daniela Hacker
"La discapacidad es un espejo en el que nadie se quiere ver. Aún los que piensan que es algo muy lejano a ellos se equivocan, porque con solo mirar a su alrededor van a ver alguien con alguna discapacidad". Éstas fueron las palabras iniciales de Constanza Orbaiz, que, a causa de un paro cardiorespiratorio al nacer, sufrió parálisis cerebral, durante el acto de presentación del Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad realizado por el Indec y la Agencia Nacional de Discapacidad.
Orbaiz tiene 34 años, es psicopedagoga y fundadora del proyecto "Desde adentro". "Para los chicos del jardín soy 'Coni', más allá de que hable o camine con dificultad", afirmó en diálogo con Infobae.
A pesar de los beneficios que brinda el certificado de discapacidad (transporte publico gratuito, asignaciones familiares, exención de algunos impuestos y peajes, libre estacionamiento en lugares permitidos y, sobre todo, cobertura de prestaciones médicas y asistenciales relacionadas a la discapacidad), el Estudio mostró que sólo el 33,4% de las personas con dificultades lo tiene.
Sólo el 33,4% de las personas con dificultades tienen el certificado
En el evento, que se realizó en la Casa Rosada con la presencia del presidente de la Nación Mauricio Macri, la vicepresidenta Gabriela Michetti y Jorge Todesca (Director del INDEC), se presentaron datos sobre la discapacidad en la Argentina de mucha importancia para la toma de decisiones. "Los datos son fundamentales para que podamos hacer políticas que estén ancladas en la realidad. Son las brújula para poder tomar decisiones políticas", explicó Michetti.
En 1 de 4 hogares hay una persona con una dificultad
Cuando los porcentajes se llevan a los números absolutos los datos son impactantes. Según el estudio, hay 3.571.983 personas mayores de 6 años con mucha dificultad o imposibilidad en al menos una de estas actividades: ver, oír, agarrar objetos con las manos, caminar, subir escaleras, comunicarse, aprender, controlar el comportamiento, o en el caso de los niños jugar con sus pares.
Además, se estima que hay 1 de cada 4 hogares que tienen un integrante con alguna dificultad. Por eso, es tan importante tener en cuenta lo que significa la discapacidad para la persona pero también para su entorno. "Para las familias, desde lo emocional, tiene un impacto muy grande la noticia acerca de que un ser querido tiene una discapacidad. Es algo que mueve los roles de cada uno y que cada persona lo procesa a su manera. Es un antes y un después. Se mueve todo. Por eso la familia también necesita mucho apoyo, porque ellos también se pueden enfermar y por supuesto envejecen. Muchos familiares sufren de soledad. El gran tema de los padres es quien va apoyar a sus hijos cuando ellos ya no estén mas", compartió con Infobae Constanza Orbaiz.
El certificado de discapacidad es voluntario y se tramita en cada provincia y en la Ciudad de Bs As.
Otro de los datos que fueron presentados por el INDEC fue que del total de las personas con dificultades sólo el 16,5% fue originado en el nacimiento. El 82,3% (porque hay 1,2% que se ignora) tiene como causas enfermedades, accidentes domésticos, de tránsito, laborales y deportivos.
Los beneficios del certificado de discapacidad
El certificado único de discapacidad (CUD) es un documento público emitido por una junta de evaluación interdisciplinaria que certifica para cada caso la existencia de una discapacidad. Este documento brinda la posibilidad de acceder a transporte público gratuito y a la cobertura total o parcial de prestaciones médico- asistenciales. También la exención en el pago de peajes, el libre estacionamiento en lugares permitidos y a las asignaciones familiares (en el caso que corresponda). Además, según cada jurisdicción, puede haber exención de determinados impuestos. El certificado de discapacidad es voluntario y se tramita en cada provincia y en la Ciudad de Bs As. El tiempo de espera en CABA puede ser de 1 mes y medio sin embargo, en el resto del país, pueden tardar mucho más. "Para mi lo fundamental del certificado es el transporte y las terapias ocupacionales", contó Constanza Orbaiz.
Las rampas son indispensables para la movilidad de las personas con discapacidad (iStock)
Por eso, llamó la atención que, a pesar de los numerosos beneficios, el estudio reveló que sólo el 33,4% de la población con dificultad tiene el certificado. Alejandra Frey, Directora Nacional de políticas y regulación de servicios de la Agencia Nacional de Discapacidad, explicó a Infobae porque hay un porcentaje tan alto que quizás podría acceder al certificado y a sus beneficios y aún no lo tiene. "Los motivos pueden ser muchos, entre ellos las barreras geográficas en la extensión de nuestro país donde hay claras dificultades y asimetrías para acceder a los centros donde hay juntas evaluadoras. Otro de los motivos puede ser que haya gente que aún no conoce los beneficios a los que podría acceder de obtener el certificado".
Frey explicó también que: "El certificado es voluntario. Por eso también puede haber personas que no quieran obtenerlo. Sin embargo aclaró que, actualmente, hay 1.100.000 ciudadanos que lo tienen. Nosotros tenemos juntas itinerantes que van a hospitales para quienes no pueden trasladarse y trabajamos para que la población esté informada sobre los beneficios del CUD con, por ejemplo, con el programa "El Estado en tu barrio" en todo el país", afirmó la Directora Nacional de políticas y regulación de servicios de la Agencia nacional de discapacidad

8 de marzo de 2019

Longevidad> cuales son las cinco zonas azules

Longevidad: cuáles son las cinco zonas azules

Hay cinco ciudades en el mundo donde la expectativa de vida está por encima del promedio y se poseen los índices de dolor durante la vejez más bajos del planeta.
En Okinawa (Japón), Icaria (Grecia), Cerdeña (Italia), Loma Linda (California) y Nicoya (Costa Rica) los habitantes poseen una cultura diferente a la del resto del mundo, y hay algunos factores que conforman el secreto que los hace vivir mejor y tener una expectativa de vida superior a la media.
Perfil
11.2.2019
Caminar más, cosechar los propios alimentos, ser espirituales y, especialmente, dar más tiempo y lugar a la familia y los amigos, son las actividades de rutina de las personas más longevas.
El periodista Dan Buettner, que escribió el libro “El secreto de las zonas azules“ y fue entrevistado por NOTICIAS en 2016, descubrió esta receta sencilla para “morir joven siendo lo más viejo posible”.
Hasta estos lugares llegó el equipo de investigadores coordinado por el periodista de National Geographic, Dan Buettner, autor del libro “El secreto de las zonas azules”. Hay una pregunta que recorre toda su investigación: ¿es posible replicar el modo de vida de los habitantes de las zonas azules en otros lugares del mundo? Según el experto, sí. Y la receta es realitvamente sencilla: comer bien, estresarse menos, moverse más y amar mucho.
Conocer las zonas azules, aprehender sus modos de vidas es quizás el mejor mecanismo para alcanzar la meta que propone Buettner: “Morir joven siendo lo más viejo posible”. No se trata sólo de cumplir muchos años sino de mantener la mejor calidad de vida hasta los últimos días.
La edad y la vitalidad. En los últimos años se comenzó a registrar un interés cada vez más importante de la ciencia hacia las zonas azules. Una de las razones que explican la inclinación por estos estudios reside en que existe una nueva visión sobre la tercera edad, momento en que para algunos comienza a partir de los 60 años y para otros a partir de los 70.
De acuerdo a un estudio del Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la región la población mayor crece de manera exponencial. En 1990, en el continente había 32 millones de personas mayores de 60 años y se estima que en el 2050 este número crecerá a 195,87 millones. Este es un fenómeno a nivel mundial.
Sin embargo, que cada vez más personas lleguen a la tercera edad no significa necesariamente que las poblaciones sean cada vez más saludables. Juan Hitzig, médico gerontólogo y director del programa Longevus, afirma que las zonas azules se caracterizan por ser “bolsones de longevidad”. “Son lugares donde las personas viven muchos años y su calidad de vida acompaña ese estado. Los avances médicos hicieron que ganáramos años de vida, es decir, la longevidad la tenemos conquistada. Ahora, lo que tenemos que lograr es que los años que le robamos a la muerte sirvan para estar más tiempo en el club y no más tiempo en el geriátrico”, subraya el especialista.
Las zonas azules se caracterizan justamente por eso: allí las personas de más de 70 años siguen trabajando, haciéndose cargo de sus hogares y de sus familias y con proyectos de vida. En estos lugares, ser viejo no es esperar la muerte.
Icaria es una isla ubicada en el mar Egeo, a sólo 13 kilómetros de la costa de Turquía, la cual tiene a nivel mundial uno de los índices más bajos de mortalidad en la mediana edad y los índices más bajos de demencia. Okinawa es una isla japonesa que alberga a las mujeres más longevas del planeta. En la provincia italiana de Ogliastra, en Cerdeña, vive la mayor concentración de hombres centenarios de todo el globo. En Loma Linda, una comunidad adventista de California, sus habitantes lograron vivir hasta diez años más y con mejor salud que el estadounidense promedio. Y en la península de Nicoya, en Costa Rica, se observaron los índices más bajos de mortalidad durante la mediana edad así como la segunda concentración más alta de hombres centenarios.
Caminar, comer bien y amar. Aunque suene trillado, los investigadores que participaron de la elaboración de “El secreto de las zonas azules” confirmaron científicamente que los pilares de una vida saludable y, en consecuencia, de una vejez saludable residen en hacer ejercicio de manera regular, alimentarse de manera sana y priorizar las relaciones sociales.
Un factor común entre Okinawa, Icaria, Cerdeña, Nicoya y Loma Linda es que sus habitantes viven en ambientes que con frecuencia motivan a moverse. En estos lugares, el automóvil sólo se utiliza para recorrer trayectos muy largos y, en el día a día, la gente hace las compras y visita a sus conocidos caminando. Además, todos los longevos entrevistados contaron que atienden su propio jardín y que no tienen electrodomésticos ni máquinas de cortar pasto que les faciliten el trabajo.
Además, los expertos coincidieron en que hay otra cosa que se repite en todas las comunidades: una alimentación sana. La carne (cualquiera sea) no está presente en todas las comidas y, en promedio, sólo se come cinco veces al mes y en porciones pequeñas (del tamaño del puño de la mano). La posibilidad de tener una huerta propia o un lugar donde comprar frutas y verduras frescas es imprescindible ya que, fundamentalmente las hortalizas, son la base de todas estas dietas. Las legumbres y los frutos secos se consumen a diario en todas las zonas azules así como también una o dos copas de vino.
Buettner insiste en que esto no significa que a los habitantes de las zonas azules no les guste la comida chatarra, el azúcar y la sal añadidos en las comidas o las gaseosas. Simplemente sucede que no están al alcance. En todos estos lugares las salidas a los restaurantes o las golosinas son “gustos” que la gente se da para celebraciones muy puntuales y no forman parte del día a día.
Sin embargo, no sólo es una cuestión de hacer ejercicio y comer bien lo que hace que estas personas vivan tanto y bien. Los aspectos sociales y espirituales son tan importantes como el nutricional. Tener un motivo por el cual levantarse todas las mañanas (tanto en la juventud como en la vejez) aumenta la vitalidad. En Okinawa le llaman “ikigai” mientras que en Nicoya “plan de vida” y puede estar relacionado con nuevos proyectos laborales, domésticos o familiares.
En todas las zonas azules tienen técnicas para disminuir el estrés, que provoca inflamación crónica y se asocia a casi todas las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. La meditación o el yoga se hicieron populares en los últimos años en las principales ciudades de Occidente pero Buettner insiste en que no hay una única forma para bajar el ritmo. Por ejemplo, en Okinawa sus habitantes se toman unos cuantos minutos al día para recordar a sus ancestros, los adventistas de Loma Linda rezan, los icarianos tienen por costumbre tomar una siesta diaria y en Cerdeña es un hábito aprovechar una hora del día para ir a tomar un trago.
El equipo de Buettner entrevistó a 263 personas de más de 100 años y descubrió que 258 pertenecían a una comunidad creyente y que asistían al menos cuatro veces al mes a algún servicio religioso. Además, confirmaron que estas personas mantenían vínculos muy estrechos con sus familiares y amigos. Este bienestar se traduce a todo el grupo, ya que los resultados arrojaron que las personas jóvenes que mantienen cerca a sus padres o abuelos reducen los índices de mortalidad infantil y enfermedades en niños.
El gerontólogo Hitzig comparte la visión de Buetnner y afirma que, mientras la edad cronológica depende del tiempo, la edad biológica, depende de cinco aspectos: la salud, el alimento, el movimiento, el pensamiento y el sentimiento.
Cuestión de Estado. Si se tuviera que utilizar sólo un concepto para comprender por qué en estos lugares longevidad y calidad de vida van de la mano, debería ser “ambiente propicio”. En las grandes ciudades de la actualidad, afirma Buettner, “las personas se siguen ahogando en un mar de calorías baratas que es inescapable. Es imposible caminar por un aeropuerto o pasar a la gasolinera sin ser confrontados por un torrente de refrigerios salados, golosinas y refrescos. Incluso hay golosinas con alto contenido de azúcar disfrazadas de ‘barras saludables’”.
Por ello, “El secreto de las zonas azules” es, además de una guía individual, un llamado de atención a los Estados del mundo. Los acuerdos con las industrias alimenticias para que se disminuya el sodio y el azúcar añadido de los productos, los incentivos para que los ciudadanos abandonen los automóviles y disminuyan el estrés son las acciones colectivas para conseguir una población sana. En colectivo es más fácil que de manera individual ya que está demostrado que el tabaquismo, la obesidad y la soledad son “contagiosos”.
En el mundo existe un modelo que demostró con éxito que el cambio de hábitos mejora los índices sanitarios. En Karelia del Norte (Finlandia), un proyecto iniciado a principios de los ’70 logró números sorprendentes logró, a base de acuerdos del Estados con los privados, la incidencia de muertes por cardiopatías en hombres se redujera en un 85%.
Un hogar azul. La necesidad de políticas públicas no implica, sin embargo, que no haya mucho por hacer de manera individua. Por ello, Buettner recomienda crear “hogares azules”, es decir que cada uno puede hacer que su casa sea un pequeño entorno saludable en medio de una gran ciudad. Comer sabiamente, incorporando los llamados “alimentos suprazules” (verduras, frutas, hortalizas de hojas verdes, porotos, etcétera) y distribuyéndolos de una manera más sana. Se recomienda que el desayuno sea la comida más abundante del día y que incluya proteínas, carbohidratos complejos y grasas de origen vegetal.
Además, el experto insiste con mejorar las relaciones sociales, visitar amigos, hacer paseos al aire libre y procurar tener momentos del día para desconectarse de las pantallas y las obligaciones. Básicamente, para llegar a los cien años y continuar teniendo la misma vitalidad que en la juventud, hay que entender el misterio de las zonas azules.