23 de septiembre de 2024

Prevencion del Alzheimer

 

Día Mundial del Alzheimer

Más información aquí

 

 

 

 

CÓMO LOS CONTROLES DE SALUD PUEDEN REDUCIR HASTA EL 45 % DE LOS CASOS

Una investigación reciente publicada en The Lancet identificó a la pérdida de la visión y al colesterol LDL -el llamado colesterol malo- como factores de riesgo para el desarrollo del Alzheimer. Este trabajo arroja resultados concluyentes que presentan una nueva forma de abordar la prevención, tanto entre la comunidad médica como en la sociedad. 

Estudios anteriores ya habían demostrado la relación entre el Alzheimer y factores de riesgo como la pérdida auditiva, la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la depresión y el sedentarismo. Sin embargo, esta última investigación también vincula a la pérdida visual y al colesterol LDL alto con el desarrollo de la enfermedad. Como conclusión, detectar y abordar los 14 factores modificables puede reducir hasta el 45 % de los casos de demencia a nivel mundial, cifra que en Latinoamérica llega al 56 %. 

 

 

La enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, continúa siendo un desafío importante para los sistemas de salud y las familias que conviven con ella. Si bien no existe una cura definitiva, los avances en la investigación médica permiten detectar y tratar los síntomas en etapas tempranas, lo que puede mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus seres queridos.

Detectar la enfermedad en sus primeras fases permite a los profesionales de la salud iniciar un tratamiento personalizado y adecuado a las necesidades de cada paciente. "La detección temprana del Alzheimer es clave para comenzar tratamientos que, aunque no curan la enfermedad, pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. Además, es fundamental implementar cambios en el estilo de vida, como la actividad física y cognitiva, que tienen un impacto positivo en la evolución de la enfermedad. En el Hospital Italiano también trabajamos con la familia del paciente, ya que su rol en el manejo de la enfermedad es esencial, ofreciéndoles apoyo y recursos para enfrentar los desafíos que presenta el cuidado a largo plazo", destacó la Dra. María Cecilia Fernández, jefa de la Sección Neurología Cognitiva 

 

 

Los datos recopilados son el resultado del metanálisis publicado el 31 de julio de 2024. Este método de investigación reúne y sistematiza las conclusiones de diferentes artículos primarios para sintetizar en un documento el máximo nivel de evidencia empírica.

En este sentido, la novedad fue la incorporación de la pérdida visual y el nivel alto de colesterol LDL como factores a tener en cuenta ya que representan un 2 % y un 7 %, respectivamente, dentro del 45 % de los factores potencialmente modificables para prevenir la enfermedad. En el caso de la pérdida de la visión, es importante controlarla en las personas mayores de 65 años dado que, a partir de esa edad, su influencia en la posibilidad de desarrollar la enfermedad es mayor. Respecto del colesterol malo alto, es relevante detectarlo en la etapa media de la vida, que se estipula entre los 18 y 65 años. 

 

 

En números, cómo impacta cada uno de los factores de salud en el desarrollo de Alzheimer:

7 % - Pérdida de audición.

7 % - Colesterol LDL alto.

5 % - Bajo nivel educativo.

5 % - Aislamiento social.

3 % - Depresión.

3 % - Traumatismo de cráneo.

3 % - Contaminación ambiental.

2 % - Sedentarismo.

2 % - Diabetes.

2 % - Tabaquismo.

2 % - Hipertensión. 

2 % - Pérdida visual.

1 % - Obesidad. 

1 % - Consumo excesivo de alcohol.

 

 

En el Hospital Italiano contamos con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos según el estadío de la enfermedad, que buscan aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas.

En este sentido, la Dra. Waleska Berrios, médica de la sección Neurología Cognitiva transmite: “Hay novedades alentadoras en cuanto a nuevos tratamientos farmacológicos, que aún están pendientes de aprobación en nuestro país, y que muestran buenos resultados cuando se aplican en las etapas más tempranas de la enfermedad. De ahí también la importancia de una detección precoz, para poder acceder a más y mejores alternativas”.

Por el lado de las terapias no farmacológicas, ofrecemos la estimulación cognitiva grupal guiada por profesionales, como una herramienta fundamental para trabajar las funciones cognitivas afectadas por la enfermedad.

 

 

En este Día Mundial del Alzheimer,  reafirmamos nuestros compromiso con la investigación, el tratamiento y el apoyo a los pacientes y sus familias. Convocamos a la comunidad a informarse, realizar controles preventivos y, ante cualquier signo de deterioro cognitivo, consultar a un especialista para iniciar un plan de acción lo antes posible.

3 de agosto de 2024

Alzheimer, como convivir con la enfermedad

 

Alzheimer: cómo superar los estigmas que acechan a quienes sufren la enfermedad

Las personas diagnosticadas enfrentan desafíos y obstáculos más allá de la pérdida de memoria. Cuáles son las estrategias para vencerlos, preservar la autonomía y mantener una buena calidad de vida

Guardar

Las etiquetas y estereotipos desvalorizan a personas con demencia (Imagen ilustrativa Infobae)

*Este contenido fue producido por expertos de Mayo Clinic y publicado en la revista “Understanding Alzheimer’s - Your Guide to Brain Health”, publicada en Estados Unidos

Imagina por un momento que estás conociendo a alguien por primera vez. Aquí te mostramos cómo se presenta:

“Mi nombre es Fiona. Vivo en la pequeña ciudad de Stockton, a solo unos kilómetros de aquí. Tengo 67 años y tengo la enfermedad de Alzheimer”.

¿Qué ves? ¿A quién ves? ¿Qué estás pensando?

Al mirarla, ¿te enfocas en el hecho de que tiene Alzheimer? ¿Piensas inmediatamente que sus capacidades cognitivas son limitadas? ¿Evitas comenzar una conversación con ella porque te sientes incómodo o piensas que no podrá entenderte? ¿Te sorprendes porque no coincide con tu imagen mental de una persona con demencia?


La demencia como el Alzheimer no solo implica pérdida de memoria, también afecta las funciones diarias (Imagen Ilustrativa Infobae)

Debido a que la demencia comúnmente se asocia con una variedad de síntomas, sobre todo pérdidas de memoria, las personas con esta enfermedad a menudo son estereotipadas como teniendo déficits. Lo que estos individuos aún pueden hacer a menudo se pasa por alto. No apreciar las formas en que las personas con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias son como cualquier otra persona y enfocarse en imágenes estereotipadas, negativas y perturbadoras de la demencia contribuye al estigma.

¿Qué es un estigma?

El estigma ocurre cuando las etiquetas, los estereotipos, la separación, la pérdida de estatus y la discriminación tienen lugar juntos. Por ejemplo, una persona que vive con demencia a menudo es etiquetada como “sufre de” o “víctima” de demencia.

Aunque las personas con demencia pueden decir que tienen días en los que, efectivamente, sufren, describirlos como “sufrientes” es una generalización. En esencia, se dice que todas las personas con demencia están sufriendo todo el tiempo, y eso es un malentendido.


Las etiquetas y prejuicios pueden disuadir a las personas de obtener un diagnóstico temprano, esencial para un tratamiento precoz (Christin Klose/dpa)

Estas etiquetas y palabras desvalorizan y desposeen de poder a las personas que viven con demencia. También desvían el enfoque de la persona detrás de la enfermedad, un individuo con necesidades, deseos, valores, preferencias, fortalezas y habilidades, al igual que cualquier otra persona. Como todos, las personas con demencia merecen ser tratadas con dignidad y respeto en todo momento.

Los estigmas son dañinos al mantener a las personas con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias alejadas de buscar tratamiento médico. Pueden impedir que las personas reciban un diagnóstico temprano, o un diagnóstico en absoluto. Los estigmas también contribuyen a la baja autoestima, el aislamiento, la mala salud mental y una disminución de la calidad de vida para las personas que viven con demencia y aquellos que las apoyan.

A menudo, las personas con la enfermedad de Alzheimer esconden su enfermedad, lo que hace más difícil para ellos beneficiarse de los tratamientos disponibles, hacer planes para el futuro, desarrollar un sistema de apoyo o participar en ensayos clínicos. Esto puede resultar en que las personas requieran cuidados en la comunidad o en un hogar de ancianos antes de lo que de otra manera hubieran necesitado.


La desinformación y los prejuicios sobre la demencia afectan la calidad de vida de quienes la padecen (Imagen Ilustrativa Infobae)

La historia de Gary

Cuando la gente dice “demencia” o “Alzheimer”, todos piensan que vas a morir al día siguiente. Hay un estigma asociado con la enfermedad. Muchas personas están preocupadas por compartir abiertamente el hecho de que tienen esta enfermedad debido al estigma negativo. Escuché a alguien susurrar el otro día: “Mi padre tiene Alzheimer”. Solo le di un gran abrazo y le dije: “No tienes que susurrar, dilo en voz alta”.

“No me avergüenzo de tener Alzheimer. Todos mis vecinos saben que tengo un problema, y no hay ridículo, no hay estigma. Y así, desearía que sacáramos de nuestras mentes la idea de que hemos hecho algo mal, de que necesitamos escondernos debajo de la mesa”.

En sus voces

¿Cómo puedes preservar la dignidad y el bienestar de un ser querido con la enfermedad de Alzheimer? La Dementia Action Alliance ofrece esta guía. Las respuestas fueron escritas por personas que viven con demencia.

  • Soy una persona. Conóceme como una persona con una historia única, una vida, intereses y capacidades únicos. Cuando me llamas “paciente”, “víctima” o “sufriente”, me siento minimizado.
  • Entiende que mi autonomía, elecciones, relaciones recíprocas, y la autodeterminación son fundamentales.
  • Apóyame con apoyo emocional, social, físico y espiritual holístico.
  • Promueve formas en las que puedo continuar experimentando crecimiento personal y desarrollo a lo largo de mi vida.

Las personas con demencia pueden disfrutar de actividades y nuevas experiencias (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Entiende que mis metas personales, medidas de éxito e intereses pueden cambiar con el tiempo y pueden no ser los mismos que los tuyos.
  • Reconoce que las elecciones pueden tener riesgos, como es la norma para todos.
  • Asóciate conmigo, utilizando mis fortalezas y proporcionándome las oportunidades adecuadas para alcanzar mis metas.
  • Estoy tratando de comunicarme de la mejor manera que puedo; entiende que mis expresiones verbales y físicas son mi forma de comunicación.
  • Entiende que mi persona puede volverse oculta pero no perdida.
  • Reconoce que mis necesidades de tareas pueden cambiar y comprende que debemos trabajar juntos a mi ritmo.
  • Ayúdame a mantenerme conectado con lo que es importante para mí.

El estigma también afecta a los cuidadores, a veces impidiéndoles obtener la ayuda y el apoyo que necesitan. Esto puede contribuir a una mayor carga, estrés, depresión y enfermedades físicas. Muchas personas que viven con demencia y quienes las apoyan dicen que el estigma asociado con la enfermedad es su preocupación número uno.

Cinco conceptos erróneos comunes

Muchas personas en las etapas tempranas de Alzheimer pueden aprender nuevas habilidades, rutinas y hábitos (Imagen Ilustrativa Infobae)
Muchas personas en las etapas tempranas de Alzheimer pueden aprender nuevas habilidades, rutinas y hábitos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aquí hay algunos de los mitos y estereotipos más comunes sobre la demencia, seguidos de las verdades sobre cada uno.

  • Mito 1: La pérdida de memoria significa demencia. Las personas olvidan de vez en cuando, y eso es natural. Pero la pérdida de memoria asociada con el Alzheimer es mucho más que lapsos ocasionales; también afecta las funciones diarias. Es importante notar que para algunas formas de demencia, la pérdida de memoria no es el primer signo de la enfermedad. Cambios en el estado de ánimo, comportamiento y habilidades pueden ser los primeros signos.
  • Mito 2: Solo las personas mayores desarrollan demencia. Muchos tipos de demencia pueden afectar a las personas a una edad más temprana, incluso en sus 50, y algunas en sus 30 y 40. El Alzheimer de inicio temprano afecta a personas en sus 50 y más jóvenes. La degeneración frontotemporal es otro ejemplo de demencia que puede afectar a las personas a una edad más temprana.
  • Mito 3: Las personas con demencia se vuelven agitadas, violentas y agresivas. No todas las personas con demencia experimentan estos síntomas. La enfermedad afecta a cada persona de manera diferente, y cada tipo de demencia afecta a diferentes partes del cerebro. Estos cambios en el cerebro pueden contribuir a la confusión, pero a menudo, las reacciones o expresiones tales como la agitación son el resultado de una necesidad insatisfecha. Los cuidadores pueden aprender estrategias que ayudan a eliminar o reducir la angustia en las personas con demencia.

Muchos tipos de demencia pueden afectar a las personas a una edad más temprana, incluso en sus 50, y algunas en sus 30 y 40, no solo ancianos (Imagen Ilustrativa Infobae)
  • Mito 4: Las personas con demencia no pueden disfrutar de nuevas actividades, aprender cosas nuevas o disfrutar de una buena calidad de vida. Las personas con demencia pueden seguir viviendo vidas significativas, activas y plenas, y no deberían dejar de hacer lo que disfrutan. Es crítico seguir participando en actividades que reconfortan, y realizar adaptaciones según sea necesario a lo largo del camino. Y no descartes el aprendizaje, muchas personas en las etapas tempranas de Alzheimer pueden aprender nuevas habilidades, rutinas y hábitos.
  • Mito 5: No se puede hacer nada para la demencia. Esto no es cierto. Hay tratamientos y terapias disponibles que pueden ayudar a frenar o manejar los síntomas. Las conversaciones con la familia y amigos no deberían enfocarse solo en pérdidas y declive. También deberían incluir discusiones sobre lo que aún es posible y cómo disfrutar de una vida significativa. Algunas personas que viven con demencia responden buscando nuevas aficiones e intereses, mientras que al mismo tiempo aprenden cómo simplificar.

El apoyo emocional, social, físico y espiritual es clave para una buena calidad de vida del paciente (Imagen ilustrativa Infobae)

Desafiando actitudes y creencias

Muchas personas con demencia dicen que sienten que otros, incluidos familiares, amigos y compañeros de trabajo, los ven como dependientes, incapaces o indefensos.

“Las relaciones con la familia (y amigos) pueden cambiar”, dice Brian, que vive con Alzheimer de inicio temprano. Brian también es cofundador de We Are Dementia Strong.

Mike describe su enfoque determinado hacia la vida y otros con demencia: “Me enfoco en lo que aún puedo hacer. Las personas que han recibido este diagnóstico aún pueden contribuir, aún pueden aprender, y aún pueden vivir una vida significativa y con propósito. También aún pueden tener voz, incluso si no pueden comunicarse de la misma manera que antes”.


La calidad de vida no debe disminuir tras el diagnóstico. Es importante aprender sobre formas de contribuir al bienestar diario (Freepik)

Dentro de esto, Dale, que vive con Alzheimer, explica de esta manera: “No estoy tratando de endulzarlo, sé que la enfermedad es terminal. Sé que nadie, hasta ahora, ha vencido al Alzheimer. Pero he tenido que cambiar mi mentalidad”.

“He tenido que aceptar mi diagnóstico, bajar la velocidad y tomar una jubilación anticipada”, dice Dale. “Pero también puedo ver lo grandiosa que es realmente la vida en este momento. Todavía estoy bendecido con personas maravillosas en mi vida: mi esposa, hijos, nietos, familiares y amigos. Aún puedo levantarme cada mañana y ver las maravillas del mundo y escuchar los sonidos de la vida”.

Moverse hacia un mayor sentido de bienestar es importante y comienza estableciendo tu propio conjunto de actitudes y creencias. Puedes comenzar con una lista de afirmaciones positivas.

12 de julio de 2024

Soledad y memoria

 

IMPORTANTE

Revelan un factor de riesgo de pérdida de memoria que no conocías

Muchas cosas pueden aumentar la probabilidad de pérdida de memoria, incluido un factor de riesgo que acaban de revelar.


Por URGENTE24

Más pistas sobre cómo se relaciona la soledad con la pérdida de memoria / Imagen de Freepik.

La memoria desempeña un papel clave en la salud cognitiva. Sin embargo, hay muchas cosas comunes que pueden aumentar el riesgo de pérdida de memoria y de desarrollar enfermedades como demencia o Alzheimer. Un nuevo estudio, acaba de confirmar un factor de riesgo de pérdida de memoria que muchos ignoran.

Factor de riesgo de pérdida de memoria

La pérdida de memoria generalmente se relaciona con la edad avanzada, no obstante, hay muchos otros factores que pueden poner en peligro la cognición, incluido sentirse solo.

Un estudio de la Universidad de Waterloo, Canadá, acaba de revelar que la soledad puede aumentar el riesgo de pérdida de memoria relacionada con la edad.

De acuerdo con los autores del estudio, el aislamiento social y la soledad son factores de riesgo reconocidos para la cognición global, sin embargo sus efectos combinados sobre la memoria han sido poco estudiados.

Por eso, los investigadores examinaron el impacto del aislamiento social y la soledad en la memoria de adultos de mediana y mayor edad.

Para el estudio se usaron datos a lo largo de seis años del Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento.

Tanto el aislamiento social como la soledad se evaluaron con la pregunta: "En la última semana, ¿con qué frecuencia se sintió solo?". También se evaluó la memoria de los participantes.

En concreto, los investigadores analizaron cuatro combinaciones de aislamiento social y soledad y su efecto en la memoria de adultos, detalla la Universidad de Waterloo.

Las combinaciones eran: estar socialmente aislado y solo, estar socialmente aislado, estar solo y no ser ninguna de las dos cosas.

Soledad y deterioro de la memoria

Como era de esperarse, la combinación entre la soledad y el aislamiento social tuvo el mayor impacto sobre la memoria. Pero, para sorpresa de los científicos, la soledad fue el siguiente mayor factor de riesgo de deterioro de la memoria.

"Como esperábamos, las personas que estaban socialmente aisladas y solas tuvieron el mayor deterioro de la memoria, que se intensificó durante los seis años", dijo Ji Won Kang, autor principal del artículo y candidato a doctorado en la Escuela de Ciencias de la Salud Pública de Waterloo.

"Pero nos sorprendió descubrir que la soledad por sí sola tenía el segundo mayor impacto en la memoria, a pesar de que muchos estudios informan sobre los peligros del aislamiento social sin considerar la soledad", agregó.

El artículo "Explorando los impactos diferenciales del aislamiento social, la soledad y su combinación en la memoria de una población que envejece: un estudio longitudinal de 6 años del CLSA" fue publicado en Archives of Gerontology and Geriatrics .

Tomando en cuenta los hallazgos, los investigadores creen que las intervenciones sobre la pérdida de memoria, deberían tener en cuenta a las personas que se sienten solas y socialmente aisladas, en lugar de sólo a una u otra.

"Las políticas desarrolladas para mejorar la memoria en adultos de mediana edad y mayores podrían lograr mayores beneficios cuando se dirigen al alivio tanto del aislamiento social como de la soledad en lugar de una u otra individualmente", enfatizaron.

10 de agosto de 2023

No hay límite de edad para seguir aprendiendo

 

¿Hasta qué edad se puede seguir aprendiendo? La educación y el prejuicio del edadismo

Distintos estudios han comprobado que aprender habilidades del día a día mejoran los procesos y habilidades cognitivas de adultos mayores

Compartir

Escuchar


El edadismo, señala la OMS, es un prejuicio basado en la edad (Shutterstock)

Las cremas faciales antiarrugas, espectaculares con la moda de hoy y hasta las películas en cartelera siempre retratan a protagonistas jóvenes; los medios de comunicación promocionan que el ser joven determina el valor de las personas. Desde siempre ha existido el rechazo hacia los adultos mayores, pero ha sido tan normalizado que pasamos por alto el elefante rosa que ocupa la habitación entera: el edadismo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el edadismo como “los estereotipos (cómo pensamos), prejuicios (cómo sentimos) y discriminación (cómo actuamos) hacia otras personas o nosotros mismos basados en la edad”. Mientras que este tipo de discriminación afecta a todas las personas desde la niñez en adelante, este es mucho más notable en el sector de la tercera edad; donde globalmente, una de cada dos personas discrimina a otros basados en la edad. Lo cual resulta irónico, porque nadie se salva del envejecimiento y al final, sería como discriminarse a uno mismo.

Pensémoslo. Cuando vemos a una persona mayor utilizando las redes sociales del momento nos impresionamos, o también cuando les hablamos de manera lenta y pausada desde el primer momento lo consideramos como un estilo de “etiqueta” hacia estas personas. Estos son algunos ejemplos de edadismo que hemos adoptado y estandarizado, pero debemos tener en cuenta que puede tener consecuencias negativas en la salud, bienestar y derechos humanos de la persona; incluso en la percepción de ellos mismos.

A causa de cómo los medios de comunicación han retratado al sector de la tercera edad a lo largo de los años, los estereotipos que los caracterizan se enfocan en el deterioro de su salud mental y física, retratándolos como incompetentes, inútiles, olvidadizos, no atractivos, aislados, etc. Esta mentalidad es muy dañina por lo que se ha demostrado que personas que adoptan esta manera de pensar llegan a morir alrededor de 7.5 años antes de lo que lo harían otras con una perspectiva más positiva hacia el envejecimiento.


Se creía que el cerebro era una estructura rígida al llegar al final de la etapa de desarrollo a los 25 años de edad, pero se ha demostrado que no es así y que continúa desarrollándose toda la vida (Shutterstock)

No puedes enseñarle trucos nuevos a un perro viejo… ¿o sí?

Siendo la forma de discriminación más aceptada en el mundo (incluso más que el racismo y el sexismo) según la OMS, el edadismo demuestra que bloquea a las personas para seguir desarrollándose en nuevas áreas, o como dice la frase: “no puedes enseñarle nuevos trucos a un perro viejo”. Lo cual está equivocado ya que, sin importar nuestra edad, toda la vida podemos seguir aprendiendo, incluso se ha creado un concepto para eso, el cual es el aprendizaje a lo largo de la vida.

Anteriormente, se pensaba que el cerebro era una estructura rígida al llegar al final de la etapa de desarrollo a los 25 años de edad. Empero, estudios han demostrado que no es así, y que nuestro cerebro en realidad continúa desarrollándose toda la vida. Incluso, a una edad avanzada, el cerebro todavía es capaz de crear nuevas conexiones neuronales para responder a nuestro entorno; sin embargo, para lograrlo debemos continuar aprendiendo continuamente, ya que al no hacerlo el cerebro se encoge y las conexiones comienzan a disiparse.

Debido a lo que nos han adoctrinado sobre la vejez, podemos pensar que es imposible aprender cosas nuevas como resultado del deterioro físico y cognitivo. También, aunque existen padecimientos que deterioran el proceso cognitivo de las personas como el Alzheimer o la demencia, esto no sucede para todas las personas; dejando libre el camino para aprender. Asimismo, existen deficiencias físicas, como por ejemplo, no es lo mismo correr un maratón en tus veintes que a tus cincuentas, eso no impide que puedas realizar este tipo de actividades, solo serán en menor intensidad.

¿Y por qué una persona mayor debería de aprender si ya sabe cómo trabajar o está cómodamente retirado? Fácil, para tener un buen estado emocional y tener una mente y cuerpo sano para esta etapa de la vida. Cabe recalcar que no es suficiente con mantener una mente sana, sino que debemos hacerla crecer. Hemos escuchado que, con el fin de evitar el declive cognitivo, las personas mayores deben activar su mente a través de actividades como crucigramas o manteniendo una dieta saludable, sin embargo, aprender habilidades que hagan crecer el cerebro es mucho más beneficioso que mantenerlo activo. De hecho, estudios comprueban que aprender habilidades del día a día (usar un smartphone, aprender un idioma, pintar, etc.) mejoran los procesos y habilidades cognitivas de adultos mayores.

Otra razón para continuar aprendiendo durante esta etapa de la vida, es para que la persona pueda vivir su independencia. En vista de que todo hoy en día es tan cambiante y dependiente de la tecnología, es necesario actualizarse constantemente en las nuevas tendencias para no incentivar la dependencia funcional en otras personas y poder hacer las cosas uno mismo.


Las principales barreras para el aprendizaje en adultos se da en los entornos desalentadores (Freepik)

El edadismo en el aprendizaje

No obstante, siendo el prejuicio más aceptado en el planeta, el edadismo presenta diversos obstáculos cuando se trata de aprendizaje. No solamente existe la barrera interna que hace que una persona se menosprecie por su edad, sino que también existen barreras externas.

Se dice comúnmente que los infantes son como esponjas que absorben habilidades y aprendizajes muy rápido, lo cual se debe parcialmente a que los infantes son constantemente animados por sus familiares y maestros en entornos estimulantes donde se le da la máxima prioridad a su desarrollo cognitivo. Por otro lado, para los adultos mayores es todo lo contrario, puesto que ellos por lo general se encuentran en entornos desalentadores para su aprendizaje y el acceso a recursos y maestros es mínimo.

Otro obstáculo que puede ser muy desmoralizante para continuar aprendiendo a edad avanzada, es el trato que en muchas ocasiones se les da a estas personas en el campo laboral. Desafortunadamente, es a ellos a quienes se les dan menos oportunidades para seguir afinando sus habilidades por medio de capacitaciones, ya que hay preferencia por los empleados más jóvenes.

La negatividad que ocasiona el edadismo puede ser extremadamente desmotivante para muchas personas y hacerlas dudar de ellas mismas, creando en los adultos mayores un sentimiento de rechazo hacia el aprendizaje y pensar que “son demasiado viejos para aprender”.

Gracias a la tecnología se puede aprender a través de diversos medios como: cursos, MOOCs, audiolibros, etc. (Getty)
Gracias a la tecnología se puede aprender a través de diversos medios como: cursos, MOOCs, audiolibros, etc. (Getty)

No todo se torna gris

El tiempo es un gran maestro. Es gracias al paso de los años que atravesamos por diferentes etapas de nuestras vidas, las cuales significan nuevas experiencias y enseñanzas que ayudan a que nuestras habilidades incrementen. Algunas de estas son:

Vocabulario: Será más extenso y floreado, y mejorarán tus habilidades de comunicación con el tiempo.

Razonamiento inductivo: Basándote en la experiencia adquirida, será más sencillo resolver problemas y tomar la mejor decisión más rápido.

Matemáticas: Tendrás más tiempo practicando matemáticas que las personas más jóvenes.

Optimismo: En general, los adultos mayores tienen una perspectiva más positiva de su entorno, a diferencia de los jóvenes.

Satisfacción: Te sentirás más contento con lo que has realizado a lo largo de tu vida, lo cual impulsará que quieras continuar aprendiendo nuevas cosas.

Es importante hacer hincapié en que es gracias a la tecnología que existe hoy en día que el aprendizaje se puede obtener a través de diversos medios como: cursosMOOCsaudiolibros, etc., lo cual hace que aprender nuevas habilidades sea más accesible a través de una infinidad de plataformas. Asimismo, en los últimos años se han visto esfuerzos de parte de universidades en todo el mundo para integrar programas académicos (y muchos de bajo costo) para adultos de la tercera edad.

Debemos aprender a valorar y apreciar cada etapa de nuestras vidas, incluyendo la vejez. Las personas no tenemos una fecha de caducidad para el aprendizaje, y siempre podremos descubrir un nuevo talento o algo en lo que no sabíamos que teníamos facilidad para hacer. Dejemos que la vida nos sorprenda y evolucionemos constantemente, y como dijo el cantante británico David Bowie: “Envejecer es un proceso extraordinario en el cual te conviertes en la persona que siempre debiste ser”.

-- Este artículo se publicó en el Observatorio del Tec de Monterrey con el título Soy muy viejo para aprender